Generacion del 80 en "Presagio de carnaval"


En Presagio de Carnaval se destaca la discriminación hacia el otro, por ser considerado “diferente”. Específicamente en este texto se muestra la discriminación hacia inmigrantes “limítrofes”, es decir provenientes de lugares relativamente cercanos, de Latinoamérica, más precisamente en este caso de Bolivia. Como Sabino Colque, el yuyero llegado a esta tierra con el propósito de forjar un porvenir, pretendiendo escapar de la miseria que sufría en su tierra natal, Bolivia -al igual que muchos de los suyos- quien en su andar conoce a Ángela, una muchacha de otra categoría social, situación que desencadenará su muerte como castigo ante tremenda osadía de saltar barreras sociales impuestas. Será personal policial comprado por el poder, en este caso por Renzo -novio de Ángela, ofendido porque este “boliviano” estuvo con su chica-, el que castigará sin piedad a este inmigrante considerado “nada”, hasta su muerte.

 Podemos nombrar como comienzo de la inmigración propiamente dicha al proyecto de país concebido por la Generación del 80 -generación conformada individuos cultos unidos por una ideología liberal y mercantil- proyecto que buscaba reordenar y modificar desde sus bases la sociedad argentina con el fin de generar una organización institucional que serviría como herramienta para el logro de una transformación económica social. Este  proyecto se basaba en tres elementos básicos: Inmigración masiva, Educación universal y obligatoria, Importación de capitales y desarrollo de formas de producción modernas. Se buscaba insertar a Argentina en el mercado económico como proveedor de materias primas y alimentos. En el orden social se trató de adoptar conocimientos de la mano de obra provista por el inmigrante y de europeizar nuestras costumbres. El modelo a imitar fueron los países europeos y norteamericanos que gozaban  de un amplio desarrollo industrial, modernidad y éxito. Y es a partir de 1880 cuando se produce la apertura del país a la inmigración en su dos versiones, inmigración limítrofe (Sabino Colque)  e inmigración transoceánica (europea) (aquí podemos ubicar a otro protagonista del libro, Mijaíl, también extranjero pero cuyo aspecto “blanco y pelirrojo” ayudan a su aceptación pese a su maldad). El país recibe con los brazos abiertos al inmigrante porque lo ve como un instrumento del progreso económico. La filosofía imperante: orden y progreso. Progreso significó crecimiento y modernización. Orden consistía en crear las condiciones de tranquilidad en las cuales debía encontrarse el pueblo para permitir la proyección del progreso sin pausa.

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